Introducción
La luz violeta, conocida como el arco de la luz sagrada, es una energía que pertenece al espectro electromagnético y está relacionada a la luz espiritual. Esta luz, que nos llega desde el campo cuántico, se ha asociado tradicionalmente a un alto nivel de conciencia espiritual.
Una luz diferente a otros colores, la luz violeta contiene tanto la energía roja como la energía azul, y es por ello por lo que es vista como un tono intermedio entre el fuego y el agua. En el tarot, los colores tienen un significado espiritual y emocional.
Un significado espiritual más profundo
La luz violeta se ha asociado a la energía de Cristo y de la Divinidad. Se dice que este color simboliza la iluminación de la alma y la curación de los males espirituales, emocionales y físicos.
En cuanto a la interpretación espiritual del tarot, se cree que la luz violeta activa una dimensión superior en el ser humano, una energía que nos ayuda a conectar con la verdad más alta, con los estados de conciencia más elevados.
Un tono de belleza
Además del significado espiritual, la luz violeta tiene un tono de belleza impresionante. Esta luz puede ser utilizada para el equilibrio energético.
Se ha demostrado que la luz violeta trabaja en el chakra corona, permitiendo un flujo de energía y conexión con el nivel de espíritu más alto.
Además, esta luz también trabaja en el ombligo, el chakra del sacro y el chakra de la garganta. Por lo tanto, se puede decir que la luz violeta sirve para limpiar y equilibrar estos centros energéticos.
¿Qué nos dice el tarot?
En el tarot, la luz violeta nos recuerda la energía del Cristo, por lo que nos ayuda a darnos cuenta de cómo el karma, la fidelidad, la verdad y la justicia influyen en nuestras vidas.
También nos pide trabajar en el desarrollo espiritual, recordándonos que la luz de la espiritualidad debe brillar en nosotros y se debe compartir con todos para crear un mundo armonioso.
Conclusión
En conclusión, la luz violeta es un tono bien conocido en los círculos de tarot, videncia y esoterismo, que simboliza la ascesis espiritual, la curación de los males interiores y el reconocimiento de la propia luz interior. Es una de las fuerzas vibracionales más maestras que nos ayuda a conectar con la energía superior para que podamos experimentar nuestra verdad divina.