Un tiempo de cambios
El otoño es una de las estaciones más hermosas y energéticas del año, conocida por su calma y serenidad a medida que el año va finalizando. Esta estación se caracteriza por sus cambios, por los que la Naturaleza se prepara para adaptarse a lo venidero. Desde el punto de vista espiritual, el otoño nos recuerda que también somos nosotros los que debemos cambiar para adaptarnos a los ciclos de la vida.
Un tiempo de recuerdos
En este periodo, más allá de símbolos y metáforas, las energías que propicia la naturaleza nos dicen que este es un momento propicio para mirar atrás, reflexionar sobre nuestros logros y errores, despedir aquello que ya no nos sirve, y recordar el camino recorrido. El otoño nos invita a evolucionar dentro de nosotros mismos para que fortalezcamos nuestras aspiraciones y objetivos.
Un tiempo de cosecha
Después de un verano de mucho calor, el ambiente se torna más relajado y el cielo se viste de terciopelo unos días antes de que el frío thisca aparezca. Diversas culturas vinculan este cambio de estación a un tiempo de cosecha, llevando consigo grandes oportunidades para aquellos que están dispuestos a adaptarse a los nuevos retos. En el Tarot, las cartas de la fuerza y el mago son los mejores exponentes de este momento.
Un tiempo de aceptación y bendición
En el otoño, los frutos recogidos se transforman en alimento para los días de escasez invernal. Pero para ello también se requiere de un proceso de aceptación y comprensión a todo lo que nos ha llevado hasta el presente. Debemos recordar que todo lo que hemos vivido, tanto las buenas experiencias como las malas, está unido a nuestras enseñanzas. Esta aceptación debería de llevarnos a una bendición por todos los momentos que hemos pasado.
Un tiempo para la renovación espiritual
Al fin y al cabo, el otoño es la estación del año donde nos vemos envueltos en un mar de sensaciones, donde al bajar las temperaturas y las hojas caer, nosotros nos sumergimos en la introspección. Desde el punto de vista esotérico, este es el momento para limpiar nuestras almas de aquello que nos haga daño y para vernos a nosotros mismos de forma realista.
En definitiva, el otoño es una estación de renovación espiritual, donde intentamos equilibrar todos nuestros chakras, retomar las ideas que se han estancado, limpiar aquello que nos entorpece en nuestro camino y fortalecer aquello que nos impulsa a seguir adelante. El otoño es un tiempo en el que la fuerza de la Naturaleza nos acompaña para vivir estas transformaciones.